La marcha del día del trabajador la utilizó para presentar sus reformas.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, encabezó este primero de mayo una manifestación en Bogotá, convocada por su gobierno, en la que defendió públicamente su proyecto de reformas.
Frente a miles de asistentes reunidos en la Plaza de Bolívar, y sosteniendo la espada del Libertador, el mandatario reafirmó su intención de llevar sus propuestas hasta las últimas consecuencias, incluso recurriendo a mecanismos de democracia directa.
Durante su intervención, que se extendió por más de una hora, Petro sostuvo que el Congreso no ha permitido el curso de las reformas presentadas por su administración.
En respuesta, planteó la consulta popular como una vía legítima para que el pueblo se pronuncie sobre temas como la salud, la educación, las pensiones y el trabajo digno.
El acto, acompañado de concentraciones simultáneas en otras ciudades del país, fue respaldado por sindicatos, movimientos sociales y sectores afines al oficialismo. La simbología del evento —marcada por la presencia de la espada de Bolívar y la fecha del Día Internacional del Trabajo— fue interpretada como una señal de confrontación política con los poderes tradicionales del Estado.
Al cierre del acto, convocó a mantener la movilización ciudadana y a consolidar un nuevo pacto social.
La jornada concluyó sin alteraciones de orden público, bajo estrictas medidas de seguridad.
Será que así como tuvo valor para desenvainar la espada, ¿tendrá el coraje para combatir los grupos armados que hoy matan policías y militares? ¿Usted que opina?